"La Constante"

La preocupación por comprender las preocupaciones(y valga el exceso)de mis hijos me ha llevado siempre a meterme en cosas y códigos difíciles de aprender para gente de mi edad. Desde que mi hijo más grande era chico,siempre un lector compulsivo, yo tuve que aprender a repartir el tiempo entre mi propia compulsividad y mis intereses de lectura y los de él. Creo que no me quedó libro sin leer de Stephen King ni de Ann Ricce. Es más,recuerdo perfectamente el día que terminé de leer el último de King, porque no fue hace tanto y quedará para siempre como uno de los más tristes de mi vida. Valga este tema un aparte, el argumento era de dos hermanos y dos hermanas que hacían traspasos entre la vida y un lugar de la muerte para encontrarse. Cuando con infinita pesadumbre cerré el libro sonó el teléfono y mi sobrino José me dijo:-"Tía, hubo un accidente. Mi mamá está internada y mi papá está muerto.No me dejes solo". No descarto cualquier día de estos, cuando esté preparada, volver sobre el libro de King y bucear en las claves del encuentro.Las lecturas de mi hijo más grande no se reducen a King.Es un chico muy culto, y a través de él descubrí muchos autores.Pero en King compartimos como esa especie de "broma" de la infncia y la adolescencia, en que la malaria y la desocupación había llegado a casa y mi compañero puerteaba libros para parar la olla. Entonces había que desarrollar una gran velocidad de lectura y sacrificar horas de sueño porque los libros que pasaban por casa, por el bien de todos ,estaban destinados a partir lo más rápido posible. Mi hijo más chico tiene una lectura bastante más dirigida:Además de las revistas de cine,el único autor que lo ha capturado absolutamente, hasta donde yo sé, es Galeano. No importa cuantas pruebas hice de tentarlo con otros autores.No hay caso. Galeano es su pope, y por supuesto no me cuesta nada leer Galeano, no me parece una mala elección y no me disgusta comprar todo lo que él haya escrito.
Hace unos cuantos años mi hijo mayor empezó un blog.Parte de ese blog se transformó luego en una novela "Leche descremada" que mereció una mención del premio Cortazar de Ciudad de Buenos Aires. Parte de ese blog es un pedazo de la relación de mi hijo conmigo y aprendí a hacer mi propio blog, aún con las limitaciones técnicas que tengo para eso. MI hijo más chico no tiene blog. Tiene fotolog, y también tuve que aprender eso para poder dejarle mensajes.Se que hay quien pueda preguntarse: ¿Por qué simplemente no hablan? y la respuesta sea que tal vez no haya nada más difícil de hacer que "simplemente" hablar, o también, que hay que reconocerlo, comunicarse hoy pasa también por acudir a esas estrategias para "estar dentro" de un circuito y un código.
Con la voluntad de compartir, con la voluntad de comprender llegué a "Lost", la serie televisiva que lleva su cuarta temporada en norteamérica y me hice adicta.Durante toda la noche del jueves "la bajamos" por internet, y con algunas horas de atraso respecto a Manhattan, pero unos cuantos capítulos que nuestros compatriotas, nos enteramos de lo que pasa en la Isla donde un grupo de sobrevivientes de un avión estrellado, se enfrentan a las más fantásticas aventuras.
El último capítulo stuvo dedicado a Desmond. Desmond es un personaje que oscila entre un tiempo y otro. Un científico le enseñó la clave para no perderse:tener un anclaje, encontrar una "constante" que le permita volver a la realidad,no enloquecer,no morir, que de eso se trata.
Puede ser leido como ciencia ficción ,o puede admitir una lectura filosófica(algo así es lo que yo encuentro en King, por lo que he persistido en leerlo y me niego a encuadrarlo en la casi desechable categoría de "Bes seller".
Insisto:Una constante nos mantiene en la realidad. Una constante evita enloquecer. Una constante nos proteje de la muerte, es decir, hace que la vida sea vida.
Hay gente que vive sin constante(filosóficamente,diría,no vive).
¿Cuál es tu "constante"?¿Cuál es tu sentido?
La constante de Desmond es "Penélope", la mujer que ama, que no casualmente habrá de llamar así. Mi constante es... Y ESO HA PERMANECIDO ASÍ POR SIEMPRE JAMÁS. AMÉN