Thursday, January 24, 2008

tiempos de arena

cuando Beatrice se vino a vivir a Rincón,le regalé un reloj de agua.Le dije que yo sabía que Ella medía los tiempos en otros tiempos...Beatrice lo recibió mientras guardaba en dólares el valor de un departamento en pleno centro de Rosario.
-Me imagino que desastre vas a hacer con eso-le dije, y me gané una mirada reprobadora.
El tiempo, medido en el reloj que sea, se encargó de demostrarme que lo mio no fue apocalíptico, sino real.Cómo hace alguién para gastarse un departamento en baldes de plástico, regalías y fiestas, y no un tanque de agua caliente, no un sistema eléctrico que funcione, no una reserva para cuando,pese a toda previsión,el tiempo pase,son cosas de Beatrice...
Hace muchos años que no superaba en Rincón la semana y nunca había estado sola. No me alcanza el día para todo:enrojecer los pisos, podar las glicinas,ordenar poemas, pensar en poesía,leer a Perry Anderson,completar crucigramas, sonreirle a Timoteo(el gato negro que nos visita ahora) a pesar de que sé que fue él el que mató el pájaro.
Ese pájaro,tener que levantar ese pájaro muerto me costó más coraje que el que tuve para ponerle medias rojas floreadas(las que yo le regalé) a Beatrice ya muerta para que no entrara descalza al cielo humano.
Curiosamente no me canso,no me aburro,no siento la imperiosa necesidad de volver.
Escribo cartas entre llantos y entre llantos leo otras.Llego hasta el ciber sólo por no perder del todo mis costumbres urbanas.
Ayer visité a las vecinas.Me recibieron con amor.Largamente el tiempo se fue hablando de todo y de nada.
Podría dedicarme a la poesía. Dirían que tengo una notoria influencia de "Vallejos".Pero no me interesa.La arena dicta, las flores hablan, el verde aturde.
Qué suceso tener una madre así.
Y algún día, seguro, mis hijos dirán lo mismo de mí.
Pero yo soy más cauta. No me gusta gastar a cuentas el tiempo de los otros. Mis escritos están prolijamente ordenados. Aquello que trascienda de mí, no va a ser un poema.
Mientras juntaba cenizas de papeles repetidos, que respetuosamente no obstante me pareció no prudente arrojar sin más a la basura, escribía.
Con las cenizas de poemas, hice más tarde el ritual del jazmín.
Mientras tanto pasaba el camioncito en altavoces con distintas ofertas: "3 sandías por $5", "última semana: el mejor parque de diversiones de la costa.Atracciones mecánicas". Por ubn momento pensé en volver al "holywito", después se me hizo noche.

Wednesday, January 23, 2008

¿las cuatro estaciones?

Reviso mi "complete proliffe"¿las cuatro estaciones?Sin quereerlo me remite a un montón de gente que dice que "Las cuatro estaciones" es su música preferida.Pero ¿en qué pensaba yo, cuando escribí "Las cuatro estaciones"?Pensaba,de seguro en mi infancia.recorro en un minuto todaslas estaciones posibles.El otro día fui al "holiwwito" de Rincón(el Parque de Diversiones), que tampoco, no, no era como en el que en mi infancia se instalaba enfrente de casa. Sonaba Sandro, el Gitano, cantando su canción sublime "Penumbras".Esa es mi musica preferida. Ahora¿si yo cambio ,qué gente encontraré que lo confiese?
Tremendo viaje interior me estoy dando.Mi hijo más chico me llama preocupado¿qué estoy haciendo?¿estoy de veras bien?¿Por qué insito en esta vocación de Robinson?¿Qué hay para hacer acá en Rincón?En cualquier lugar que esté, yo estaría haciendo algo.Lo que hago ahora es leer,reconstruir los rastros.Lo que hago ahora es escribir una carta de puño y letra respondiendo a una que recibió Beatrice hace 18años atrás,cuando mutió mi padre, lo que hago ahora es ver el rojo del piso y compararlo con el futuro. Pero no hay melancolía.No hay "todo tiempo pasado fue mejor".Hay DOLOR intenso por los que sin remedio ya no están y proyectos de trabajo.Trabajo sobre mi paciencia y mi constancia,sobre mi amor y mi impericia, sobre mis develos y mis sueños.Ya mismo lo cambio.No hay un himno mayor a la vida que "Penumbras".Que se sepa.

Tuesday, January 22, 2008

los oficios del verano

Remuevo la casa que fuera de mi Madre y reconstruyo su estética alicaida por su ausencia, remuevo la tierra del jardín y gano terreno a la maleza y las hormigas que amenazan a la convalescencia de las flores, remuevo los papeles de Beatrice, mi Madre, y trato de imaginar su orden, un orden dictado por la tortura de su genio creador. El que yo encuentro es estructurado y mínimo,clasificado por montones(las noticias periodísticas,los programs de presentaciones,las cartas recibidas,dentro de las cartas,las profesionales de las de su vida de familia y sus escritos:los tipeados,los manuscritos. Los que conozco y los inéditos... Pero de pronto todo orden se trastoca y se escapa a la pobreza de mi lógica. ¿Dónde pongo la música que le dictaba la noche,los arabescos con que la describía,sobre todo sabiendo como sé que Beatrice no sabía escribir música?¿Dónde pongo estas complejas conjunciones de reflexiones sobre su propio arte y las expresiones de su arte mismo?¿Dónde pongo la cuidadosa elaboración de los textos para cada determinada y distinta presentación ,donde cada vez hay un conocimiento íntimo de las característicasd e su público? ¿Dónde pongo los retazos familiares que saltan aquí y allá,mis propios escritos(algunos que creí perdidos para siempre), los dibujos de mi hijo niño firmados junto con Paul Klee,pero sobre todo, dónde pongo esa estrella,esa,pequeña y dibujada por mi mano de niña sobre el tipeado de "María un corderito tenía" y su leyenda, cuando,según dice, se leyó ante otros por primera vez?
Yo no sabía entonces, no tenía edad para saberlo, o tal vez, aún ese poema no había sido escrito, que mi Madre tendría un poema a su Madre dónde diría más o menos lo que yo escrbí de niña,siendo estrella,con mi letra infantil?
¿Dónde,esa es exactamente la pregunta, puede ponerse,ubicarse una estrella para ser ubicada correctamente en la memoria de la que hoy me reconstruyo?

Thursday, January 10, 2008

Perry

Perry se ha convertido practicamente en mi único amigo,mi único interlocutor.Poco importa que él nunca imagine mi existencia.El hecho de que existan sus libros,y en sus libros yo encuentre la explicación completa,que él puede darle, a mis cuasi intuiciones filosóficas, y las valide con su prestigio y su investigación me hacen decir "guau", tenía razón mi profesor de antropología cultural,Germán, cuando me decía :Ud. va a llegara genio. Claro que yo no voy a llegar a genio.Además mi objetivo de vida no es ser genio ni genial.Mi objetivo de vida es descubrir algún andarivel de respuesta para la pregunta recurrente :¿Qué hacer?.No qué hacer conmigo o con los míos,no qué hacer en sentido personal,para mí,qué hacer ,cómo hacer en sentido histórico para que la historia devenga otra.
Lo primero que llegó a mí de Perry fueron "Las antinomias de Gramsci". Las descubrí después de Bobbio, en una edición semiclandestina de los Cuadernos del Sur. En Bobbio había encontrado desarralloda esa intuición mía, valga recordarlo, que él formula así: "si como dice Marx,la lucha de clases es el teatro de la historia, pareciera que Gramsci ha decidido trasladar el teatro de la historia". Yo le agregué que Gramsci ha elegido otro destino a sus actores Pero a Bobbio se lo inhabilita para discutir entre marxistas, a pesar de que lo que dice es razonable. Un Gramsciano a ultranza con el que tomé un curso(él dice que se lo arruiné, pero eso corre por cuenta de su intolerancia intelectual) montó en ira cuando le discutí desde Perry. Perry es Perry.Cuando todo el grupo de estudio me oyó citara Perry entró a considerar que tal vez lo mio, después de todo no era simplemente un delirio.Y es verdad que despuésd e eso el cursillista tuvo que esforzarse bastante más por convencer a la audiencia que el Gramsci de la cárcel y la Revolución tenían alguna oportunidad de marchar de la mano.
Ahora estoy ante el azoramiento intelectual de encontrar en Perry demostrado eso que yo intuía como cierto, pero que me quedaba corta para argumentar porque mi formación filosófica es desnutrida y despareja. "El marxismo occidental" explica a travésde las indagaciones históricas,los límites y vicios filosóficos y academicista de los teóricos occidentales posteriores a Lenín, y su gran idealismo hegeliano.
Perry se ha convertido en mi amigo, sí,sí.No sólo pesqué el último volumen en plaza de "El marxismo occidental", sino que también encontré el último "tras las huellas del materialismo histórico".
Tras las huellas, sigo tras las huellas. Tengo una enorme alegría de la cabeza, lo cual ya es,para decirlo así,decididamente algo.

Monday, January 07, 2008

casi 4 décadas atrás

yo era una adolescente e iba a la escuela secundaria.Hasta 3er año iba al Liceo Avellaneda, conocido en esa época popularmente como la "Legión extranjera", porque allí íbamos todos los chicos que no querían en las otras escuelas, que habían repetido año, que los habían expulsado por mala conducta u otras cualidades que los hacían indeseables. No fueron esas las razones , sin embargo, por las cuales mis padres eligieron de entrada, recién salida del sexto grado(en esa época era así,sexto)esa escuela para mí. La eligieron porque su coherencia ideológica les decía que la escuela tenía que ser pública, y porque de las secuandarias públicas, era la más cercana a mi casa.No buscaban otros atributos educativos, pues creo que seguramente mis padres no pensarían que mi cultura o mi futuro dependiera de la escuela.Mi cultura y mi futuro era algo que debería pasar necesariamente por sus manos y con sus propias manos se asegurarían que fuese lo más parecida posible(sino igual) que sus deseos.
Por los motivos que dije éramos pocos los chicos en mi grupo,que empezábamos entonces la secundaria en ese año.La mayoría eran veteranos escolares, chicos que habían fracasado en sus primeros intentos o que se habían anotado tardíamente en la escuela. La mayoría eran más grandes de edad, poco interesados en aprender nada, cualquier cosa que fuese,o chicos de los barrios humildes, hijos de laburantes con los límites culturales del sector social del que provenían. En ese espectro, mi condición de lectora compulsiva, mi casa céntrica a la medida de las exentricidades de mi madre artista y del bolsillo de mi padre profesional,que fue muchas veces punto de reunión, mi flacura excesiva -hoy tan de moda-me hacía el más bicho raro de todos los raros, y sin embargo, por alguna cualidad que conservo y que mi hijo menor ha heredado en versiones aún ampliadas, siendo tal vez siendo una absoluta rareza entre todos, siempre conseguí integrarme a ese y a cualquier grupo, fuera este como fuera, y hasta tenía mi sólido grupo de amigos, de cualidades muy pero muy diversas.
Entre una mayoría mujeril, hice mejores migas con un par de chicas, a las que incluso visitaba en sus casas , y con casi todos los varones, por diversos motivos,creo que fundamentalmente porque estaba más acostumbrada a tratar con varones por el hecho de ser la menor y mujer de tres hermanos, que con chicas y también porque se daba que había unos cuántos adictos raros como yo a los libros.
El destino se encarga de hacer cosas. Casualmente, después de tantos años, una de esas "chicas" que había sido de mis más amigas, me encontró y reconoció en la calle. Y cuando ya pensé que al nombrarme se venía después alguna pregunta sindical, lo que se vino fue que era quien era, que estaban tratando de encontrar a todos los que habíamos compartido la secundaria, y que si me sumaba. Y me sumé. Y ahora estoy rebuscando fotos, y recorriendo guías telefónicas, y atando cabos, reconstruyendo un espacio lejano donde volver para mirarme y ver quien era, quien perduró en la memoria de los otros, que quedó en mi de esos que conocí y amé hace tanto.

Friday, January 04, 2008

Tacones Lejanos


No soy una chica Almodovar.De hecho, ya hace bastante tiempo que ya no soy "una chica".Más vale soy tipo Woddy Allem pero los zapatos rojos me han gustado desde siempre.Desde que eran una absoluta rareza, hasta cuando eran una absoluta vanalidad, hasta ,como ahora, son simplemente "moda". No los he usado por ningún otro motivo que porque me gustan. Los he tenido de todo tipo,de tela, de cuero, altos, con cordones, en zapatillas, en chatitas y siempre han provocado en los otros la misma extrañeza de mi.
Hoy fui y me compré zapatos rojos y un libro de Perry Anderson que me costó mucho menos decidir.
Posiblemente a ambos sólo los use este verano acá arriba, lejos de la plaza donde el adolescente moreno y descalzo dormía una modorra de siglos por delante sin futuro.

Tuesday, January 01, 2008

lo mejor de nuestras vidas:

el abrazo del cofre de los recuerdos,las fotos de los niños creciendo, el reencuentro, los propios niños ya jóvenes, hermosos.La luz de la pequeña llama de la vela, el tazón de arroz crudo en el centro de la mesa(por las dudas)y los fuegos de artificio brillando, trayéndome desde lejos una sonrisa perruna que también ahora trota cielos.No saqué fotos.No quiero nuevas imágenes
¡Buen año!