Tuesday, May 09, 2006

herencias

En su larga agonía,mi padre,mantuvo absolutamente la conciencia hasta pocas horas antes de morir. Aún cuando de su cuerpo no había parte que le respondiera,su cabeza seguía funcionando, y "eso", esa maravillosa virtud que pocos tienen,el registro del otro,lo mantuvo intacto. Así,a pesar de sus horribles dolores y las noches de insomio que compartíamos entre la fiebre ,dirigía su cabeza a la preocupación por el otro.A mí me preguntaba de mis chicos,mis hijos,y de la huelga docente, y se lamentaba de las noches en vela que pasábamos, preocupándose porque de cuidarlo yo me iba a trabajar. Pero la verdad es que absolutamente nunca me resultó molesto cuidar a mi padre, y no creo que lo resultara a los muchos brazos que espontaneamente se sumaban a la tarea. Mi padre era una persona sin ambiguedades queribles. Tengo dos hermanos mayores. Compartimos madre y padre y a veces eso parece raro,muy raro. ¿Por qué inscripción cada uno de nosotros eligió vidas tan distintas,valores tan distintos?Yo soy la menor de los tres,y tenía 18 años cuando de forma terminante mi padre me dijo:"De vos no me preocupo. Sé que vas a saber arreglartelas sola", y priviligió la preocupación en mis hermanos. No niego que el cuando tuve un departamento, fue porque mi padre me lo compró. Tampoco que porque sabía que era capaz de no comer por no pedir, cuando la desocupación me cercó, eligió el atajo de llegarse con bolsas de alimentos, o con el pretexto de que yo dije (y él registró)¡Qué linda frazada!, me regaló las que aúnm uso.No niego que lo salvó de los embargos cuando solidaria firmé garantías a quien no debió defraudarme. Pero la distribución, así y todo, masterialmente no fue equitativa, y me parece bien. Mi padre sabía eso que yo sé, iba a poder arreglarmélas de todas formas y en cualquier circunstancia. Lo que heredé de él es mio absolutamente,lo que me distingue como "la hija de",lo que me prestigia aún ante lo que me odian. A la hora de despedirnos para siempre, dos horas antes de morir, y antes de caer en el sopor de la inconsciencia, mis hermanos y yo nos acercamos a besarlo. A los tres nos dijo gracias. Uno no pudo contestar , otro le dijo "de nada" y yo contesté con una pregunta:¿vos me decís gracias a mí?.Pensé que no podría sobrevivir a la muerte de mi padre que me duele como si fuera reciente. Pensé que nada podría doler más, y me equivoqué.Entiendo bastante de teorías y gasté mucho en psicoanálisis.Eso no mitiga mi dolor.Eso no equilibra la injusticia, tanto amor a mi alrededor no mitiga la ausencia del amor que no debió faltarme. Pero así es la vida.
El domingo le festejamos el 84 cumpleaños a Beatrice,mi madre.
Beatrice le dijo a América,mi amiga, :"Que suerte que mi mamá me festejó el cumpleaños".
A esta altura de la vida me he convertido también en la madre de mi madre.

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