De paso, peso Piso. Los pozos del paso y su pasar. Puso(no propuso)pero puso, estoy segura, su par de ojos y la inmensa desazón. Pongo. Peso(no dispongo).El pasado no termina nunca de pasar. Insistentemente retrotraído al hondo vacío de la ausencia(presente ,diría Sartre) entonces. Decíamos: las tardes aplastantes de encuentros y melancolías para todo aquello que nunca se puso, ni se pasa, ni se pesa, ni puede terminarse de hacer (pero que hacerle si esa era su medida). Para todo esto que en tal medida del hombre ,de todas las cosas- se sabe -.
Sin embargo si puso ,si era, si no será ,lo sé, y sin embargo, sin embargo.
Necesito. Cito. Tácitamente entiendo que eso que entiendo se entenderá necesariamente no explicitado (y sin embargo).
Más allá de todo encuadre, todavía , queda un lugar donde queman las razones que no se pueden explicar.
(O sea: ¿Hay aún cuestiones sobre las cuales no se pueden decidir?)
No poder decidir que no pase ,que no ponga, que no reponga el pasado en su inmensa dimensión.
Pero después de todo uno es a través de la mirada del otro(¡viejo Jean Paul!) y toda primera mirada es una segunda mirada(esta vez Pichón) y es el pasado, encuentro , reencuentro , constatación , presencia ,ratificación, reincidencia aún cuando.
Pero eso siempre, no obstante, sin embargo – sí , sin embargo- de nuevo puedo condenar al partir, temer ,huir, caer, morir, verboides badalies que cualquiera comete.
De todos maneras prefiero mirar, sentir, poner, decir , esa boca, esos ojos que puso, estoy segura (¿por qué?) con su inmensa desazón.
(Pero esto, se sabe, sucedería después. Cuando ya lo hubiese conocido a Erdosain. Cuando mi boca aprendiera también la estridencia del grito y mi mirada la terca serenidad de los principios).
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