Ni a mí, que me ha querido tanto, ni a mí, que lo he querido tanto pudo decirme como fue que se hundió en el túnel cuyo recorrido ignoro. Porque no era a mi a quién quería contestar y nadie a quien le hubiese gustado responder le preguntó nada .
Así es la vida. Así se presentó, qué hacerle.
Puede que ni siquiera yo haya hecho lo que correspondía ,lo suficiente. Puede que lo que cada uno tiene que hacer por si mismo no lo pueda hacer otro.
De la culpa occidental y cristiana, me absuelvo.
Soy atea y perecedera.
Otra boca me atrajo y no me abstuve.
Otra boca me dijo, y yo le dije.
Otra boca me rescató, y yo me hundí.
De la culpa occidental y cristiana me abstengo.
Como ya he dicho ,soy atea y perecedera.Pero que quede claro. De esa boca reniego por si misma, vomitada en angustias, hondo fragor en que la humanidad me dolió toda
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment