Se insiste con variaciones dentro de la misma gama, en la idea del agotamiento del Estado Nación como modalidad dominante de organización social, desarticulación de una lógica hacia otra, la de mercado, no simple sustitución de un paradigma por otro, sino alteración esencial en los modos de organización.
Lo que no se responde, lo que se esquiva responder, es como siempre la pregunta por el millón: pero ¿qué es el Estado?
Decíamos : teorías que no se conmuevan ante el recrudecimiento de las guerras que han pasado de “de baja intensidad”- lo que podría dejar algún resquicio teórico para el menosprecio- a cada vez más expansivas, deberían ser declaradas necias. Pero hay ciegos que guían a otros ciegos, prestos para declaran antigüedad las tesis sobre el imperialismo leninista, proclaman una ciudadanía global, a salario universal, en un mundo al que imaginan sin fronteras por la magia del dinero plástico y la celeridad de los medios de comunicación. Imperio donde las clases se desvanecen como categorías, que sin embargo, detalle, no explican una realidad: la humanidad sigue matando o muriendo en pos de materiales intereses, que algunos dinosaurios insistiríamos en seguir nominando como “de clase”.
Lo colectivo y la organización-negada en su condición de siempre política- son el enemigo público ante la supremacía de lo privado.
“Si ya no se puede seguir hablando de la “toma del poder” en los mismos términos que antes, el énfasis puesto en la diseminación del poder, en su “microfísica” ¿no significa esto un retorno de lo colectivo-de lo macro-hacia lo individual,,es decir hacia lo que respecto de él resultaría como lo micro,lo corpuscular?”- dice Rozitchner en “Freud y el problema del poder”.
Retorno hacia lo individual, atrincheramiento de los sujetos hacia su propia soledad en tridimensional,fragmentación de lábiles sujetos ausentes de certezas refugiados dentro de la fantasía de “sí mismos”, a salvo de la historia y su inclemencia. Subjetividad de intramuros sometiendo a sujetos que sólo serán si son con otros. Aislados cada uno en la celda de su “viaje” individual, en búsqueda extenuante de
la sensación que los conmueva, fragmentarios trozos de una totalidad cuyo lacerante efecto es moverse entrópicamente hacia la nada.
-Nada.
-¿Nada?
-No.Nada no. No hemos fracasado, apenas, nos han derrotado duro,mal,pero siempre,puesto que la historia es siempre en movimiento, coyunturalmente.
Si hay una subjetividad por la cual preocuparse es por ésta: la subjetividad del fracaso. La impronta individualista,la fantasía libertaria y autónoma, reñida con la materialidad y por ende con su transformación, el sello de fábrica del capitalismo global..
Quien renuncie a salvar a la humanidad, a renunciado a salvarse sí mismo, ha aceptado ser este manso animal de corral que el sistema necesita para su permanente recicle.
Julio 2006- tarde brumosa del domingo
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