...era la marca de mi madre.La oscuridad,la marca de mi hijo mayor, que sin embargo veo como una transparencia de papel radiográfico. No necesito preguntarle:lo sé. Eso no me suma ni la más mínima tranquilidad, al contrario, pero así es.Lo sé.
A mi hijo menor también lo reconozco. Pero a él no quiero preguntarle:no sé quien se asustaría más de la respuesta.Me detiene,tal vez, mi propia estupidez. Me detiene ,tal vez, su gran sabiduría.
La sed, ese infinito recorrido.
-"con su mente febril,lo convirtió en propuesta"- Esa era yo.¿Esa soy yo? ¿La de la mente febril es mi persona?
-"Estás siempre muy activa¿no?"
-"Un motorcito", "una asamblea", "una ¡¡¡divina!!!"- Juro que esa compañera me definió así: divina.
Juro que cargo sobre mi todas esas definiciones: Una asamblea,en permanente debate,muchas voces a la vez,no se sabe el final, es siempre imprevisible, es siempre fundador, es siempre conducente... Para mi pareja,soy,caramba "una asamblea".
Una noche de invierno un amigo de mi padre me confesó su amor: Sos cientos de mujeres a la vez. Un viejo amigo de mi padre, debería decir, una noche de invierno,me confesó su amor. Me dijo que me amaba desde que yo cursaba la secundaria,que iba al bar de la esquina de la escuela para verme pasar...
Es posible que haya llegado al mundo cargada de un exceso de libido. En los 70 lo raro era encontrar a un joven que no fuera así. Ahora es raro encontrar una persona viva,cualquiera sea su edad, que lo disfrute.
La sed,mi sed, no es un cubo perfecto.
Juro que me duele la espalda permanentemente y me siento envejecer. Juro que el hecho no me asusta ni mucho ni poco. No veo a que de distinto podría dedicarme "retirada".
Mi cabeza febril me lanza puntas infinitas que anoto con la fina punta del lápiz para no perderme.
"Lo olvidarás si no lo anotas".Lo anoto y no lo olvidaré.
La prioridad es:¿ayer?
Monday, June 15, 2009
la sed
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