Esto no puede ser así.El tiempo no va para atrás, en la vida no existe el "control Z", retrocedemos, la muerte no se produjo, no hubo guerra, etc.Esto es una historia que cuenta otra que no transcurre(o brevemente) transcurre en pantalla.Esto tiene que ser una metáfora.¿Pero cuál? El relato lo hace una moribunda a través de la lectura de un diario personal, en que la que lee, se entera después a través del diario, es la hija del protagonista. Benjamin nace en el 19,el día del fin de la primera guerra y se muere en el 2003.¿La metáfora del siglo XX?¿El decvenido siglo XXI?Nace viejo, hijo de una cocinera negra y un empresario y mata a su mamá en el parto.Su papá lo abandona, aunque luego volverá por él, ya grande.
Lo adopta una negra que es cuidadora de ancianos y los ancianos lo acogen como igual.
La guerra hace rico al empresario, y el empresario no era tan malo, los negros provocan milagros cotidianos, y Benjamin elige siempre vivir de su trabajo lo cual no le impide regresar en el tiempo y morir como un bebé... El hotel donde se hospeda por meses no es un hotel para marineros,(de hecho allí mismo se hospeda un Embajador) pero está en Rusia, donde la pasión se presenta todas las noches para permanecer secreta y desaparecer al alba. Benjamin es una suerte de refinado señor a pesar de que ignora el mundo y sus costumbres, y atraviesa el mundo persiguiendo su amor, al que finalmente encuentra... Al fin de larguísima película, el reloj detenido vuelve a marchar para todos mientras se precipita un apocalipsis de insospechadas proporciones... Si me dicen que el director sólo quiso divertirse jugando con el tiempo, no le creo, pero tal vez esto sólo es porque por costumbre soy una descreida.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment