Thursday, December 25, 2008
límites
...es conocer las preguntas y las respuestas, los gestos y las presunciones con un altísimo porcentaje de certezas. Entonces ¿qué queda? No queda nada. Stand Bye. Correspondencia interrumpida y la recreación del desencuento.El mundo "real" es de otra forma, se sabe. Eso hace la vida tolerable de vez en cuando.
Wednesday, December 24, 2008
"Felices fiestas"
¿es necesario que aclare que detesto la palabra "fiesta"? Que se enienda:no la fiesta misma, no los festejos en sí, la palabra "fiesta"¿por qué? Me saldría $50 la hora averiguarlo con mi psico y la he abandonado¿por qué? No por los $ 50. Me sale $30 10 minutos con mi peluquero y no lo he abandonado. "Fiestas", y que ahora la nochebuena, y que mañana la navidad, y que luego el 31 y que después "felíz año nuevo"¿por qué las convenciones deberían de alegrarme?LO que me sucede desde que dejé de ser una niña(y eso fue hace muchísimos años atrás) donde efectivamente estos eventos eran dignos de alegría, de tios, de primos, de lechones ,de árboles, de regalos, de paquetitos, de sorpresas, de bengalas, que las faltas, las trisezas, me ganan casilleros a las presencias, que las presencias se evanecen, que los esfuerzos porque la nueva gneración de niños que fuimos incorporando planteaban enormes desafíos para soener su precaria alegría, y así.
Sin embargo no son pocas las veces que pese a todo armo un ramillete de energía y me sumo a la tarea de comprar en proporciones pantagruélicas y cocinar en excesos y elegir regalos a mansalva, y escribir tarjetas sentidamente lacrimógenas, y así... Hoy es un día de esos, donde no me importa que sea nochebuena(porque sigo siendo atea)y nome importa que haga un bruto calor(igual cocinaré las carnes calientes)y me importan más guardar las tistezas lavadas y planchadas que orearlas al sol.
tris de ausencia
amores,
desamores,
mortajas,
desencuentros.
la boca abierta como una hojarasca
el corazón abierto como una sonrisa
elijo:la carne al horno y las papas fritas
que el recorrido esteril de los cementerios.
los manteles y el vino,
las flores,
los limones de un amarillo existencial y sartreano
que la amargura de los llantos
elijo,ese registro de ausencias
con nombres y apellidos
y el candor del abrazo
en la ternura,
sutil del empecinado y sostenido amor.
Sin embargo no son pocas las veces que pese a todo armo un ramillete de energía y me sumo a la tarea de comprar en proporciones pantagruélicas y cocinar en excesos y elegir regalos a mansalva, y escribir tarjetas sentidamente lacrimógenas, y así... Hoy es un día de esos, donde no me importa que sea nochebuena(porque sigo siendo atea)y nome importa que haga un bruto calor(igual cocinaré las carnes calientes)y me importan más guardar las tistezas lavadas y planchadas que orearlas al sol.
tris de ausencia
amores,
desamores,
mortajas,
desencuentros.
la boca abierta como una hojarasca
el corazón abierto como una sonrisa
elijo:la carne al horno y las papas fritas
que el recorrido esteril de los cementerios.
los manteles y el vino,
las flores,
los limones de un amarillo existencial y sartreano
que la amargura de los llantos
elijo,ese registro de ausencias
con nombres y apellidos
y el candor del abrazo
en la ternura,
sutil del empecinado y sostenido amor.
Sunday, December 14, 2008
revisión
como tantos domingos a la tarde, me gana la melancolía.Renuncio a moverme entonces, ene el sentido en que me había propuesto.Busco alternativas.Garapateo unas líneas de cosas que entre sueños me dan vueltas, pero ahora, despierta, no terminan de salir.Me miro cara a cara. No me miento ni en una letra, entonces ¿para qué seguir pagando análisis?¿qué podrá decirme esta psico que yo ya no me haya dicho?
Por ejerciocio de balance,reviso posteos anteriores.
Compruebo entonces lo que tan bien sé: Me abruman los domingos a la tarde, en todas y cualesquiera situación.
Por ejerciocio de balance,reviso posteos anteriores.
Compruebo entonces lo que tan bien sé: Me abruman los domingos a la tarde, en todas y cualesquiera situación.
Thursday, December 04, 2008
Biblioteca popular "Liliana Angelozzi"
desde hoy, en el propio corazón de Empalme, Lili tendrá su permanente homenaje. Por esas cosas de la vida, alli, la Lili vuelve.
Tuesday, December 02, 2008
tacones lejanos
La vida, ya se sabe, es así: a veces transcurre como en la pantalla de un cine.
Eso sintió cuando llegando a la planta de la General Motors vió avanzar a los obreros por la callecita interna de la fábrica, decididamente hacia los portones cerrados.
Todavía no sabía por qué los obreros salían de la fábrica ni el motivo de la algarabía que acompañaba sus pasos.
Lo que sí, que esa masa de obreros andando a paso decidido, tuvo el mágico efecto de remontar su memoria en fracción de minutos tantas veces atrás, entre tantos otros compañeros de los que tantas veces fueron protagonistas de hechos como estos que quedan indefectiblemente registrados en la historia colectiva para re surgir, como ahora, aun cuando esa experiencia pareciera agotada.
En el cruce de caminos acababa de estacionar el camión móvil del noticiero de tv, y como en una película del realismo italiano, sobre sus tacones rojos, la movilera hizo heroicamente pie. El griterío de los obreros parecía soslayar cualquier otro motivo de convocatoria como no fuera el prolijo recorte de su figura al viento.
Dijeron, decían, esas cosas “de hombres” que se dicen en las canchas, excitados de su propia excitación, mientras la movilera acomodándose valientemente a la situación les explicaba, desde cierta distancia, con cierta desconfianza del hermetismo del cierre del portón, que estaban a punto de salir al aire, y que no la hagan quedar mal…
Se dominó para acercarse al portón entre los gritos hasta encontrar los interlocutores con quienes armar la nota.
-“Estamos firmemente unidos en esta medida no solamente por nosotros, sino también por lo que esta medida puede significar para los otros trabajadores.- dijo con voz firme en los portones de la General Motors de Rosario un obrero de la Comisión Interna. Y también él parecía de una escena del realismo italiano, aunque no conseguía acordarme exactamente de cual.
Y más alto, más grande, más lejos , más desafiantes que los tacos rojos de la movilera, era ese mensaje que el aire multiplicaría en cada casa como una braza de esperanza: Aquí, tras las puertas, en el cruce de rutas, en medio de la crisis mundial, los obreros votaron por unanimidad la huelga. Aquí, en el cruce de rutas, con toda su juventud a cuestas , en parte, seguramente sin siquiera intuirlo, los obreros de la General Motors de la planta de Rosario decidieron resistir.
Evalúo al paso la suma de sus juventudes. Evalúo en sus gestos la conciencia de la magnitud de la medida adoptada. Evalúo en sus risas la alegría de la dignidad con la que el miedo se soporta. Evalúo lo que esta medida podría significar en los otros trabajadores…
En el cruce de rutas, tacones lejanos, allá, desde otras luchas, también rojos como la sangre, alimentan mi esperanza.
Eso sintió cuando llegando a la planta de la General Motors vió avanzar a los obreros por la callecita interna de la fábrica, decididamente hacia los portones cerrados.
Todavía no sabía por qué los obreros salían de la fábrica ni el motivo de la algarabía que acompañaba sus pasos.
Lo que sí, que esa masa de obreros andando a paso decidido, tuvo el mágico efecto de remontar su memoria en fracción de minutos tantas veces atrás, entre tantos otros compañeros de los que tantas veces fueron protagonistas de hechos como estos que quedan indefectiblemente registrados en la historia colectiva para re surgir, como ahora, aun cuando esa experiencia pareciera agotada.
En el cruce de caminos acababa de estacionar el camión móvil del noticiero de tv, y como en una película del realismo italiano, sobre sus tacones rojos, la movilera hizo heroicamente pie. El griterío de los obreros parecía soslayar cualquier otro motivo de convocatoria como no fuera el prolijo recorte de su figura al viento.
Dijeron, decían, esas cosas “de hombres” que se dicen en las canchas, excitados de su propia excitación, mientras la movilera acomodándose valientemente a la situación les explicaba, desde cierta distancia, con cierta desconfianza del hermetismo del cierre del portón, que estaban a punto de salir al aire, y que no la hagan quedar mal…
Se dominó para acercarse al portón entre los gritos hasta encontrar los interlocutores con quienes armar la nota.
-“Estamos firmemente unidos en esta medida no solamente por nosotros, sino también por lo que esta medida puede significar para los otros trabajadores.- dijo con voz firme en los portones de la General Motors de Rosario un obrero de la Comisión Interna. Y también él parecía de una escena del realismo italiano, aunque no conseguía acordarme exactamente de cual.
Y más alto, más grande, más lejos , más desafiantes que los tacos rojos de la movilera, era ese mensaje que el aire multiplicaría en cada casa como una braza de esperanza: Aquí, tras las puertas, en el cruce de rutas, en medio de la crisis mundial, los obreros votaron por unanimidad la huelga. Aquí, en el cruce de rutas, con toda su juventud a cuestas , en parte, seguramente sin siquiera intuirlo, los obreros de la General Motors de la planta de Rosario decidieron resistir.
Evalúo al paso la suma de sus juventudes. Evalúo en sus gestos la conciencia de la magnitud de la medida adoptada. Evalúo en sus risas la alegría de la dignidad con la que el miedo se soporta. Evalúo lo que esta medida podría significar en los otros trabajadores…
En el cruce de rutas, tacones lejanos, allá, desde otras luchas, también rojos como la sangre, alimentan mi esperanza.
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