No puedo soportar la indignación de lo que hizo Tim Burton con "Alicia en el país de las maravillas".NO creo que me duela especialmente porque se trata de Tim Burton,pero realmente esta versión de Alicia no debiera de contribuir a su fama.Me duele especialmente porque se trata de Alicia. Tim Burton convirtió a una niña inteligente,en una particular relación con el escritor que la convierte en cuento, como Alicia, capaz de interrogar la lógica del sentido de la razón occidental, en una expresión acabada de esa misma lógica y no puede haber mayor felonía. Alícia, en esta versión holivudense, no es quién interroga el orden, sino quien toma partido en una distribución maniquea del sentido en la eterna lucha occidental entre el bien y el mal, con el infaltable condimento yankee del superhéroe que piadosamente "salva a todos". Alicia comienza siendo una niña aterrada por sus sueños, para terminar siendo una joven hábil para los negocios ¡¡¡colonialistas!!!-"Tenemos colonias allí"-dice una Alicia que no desafía la moral victoriana sino que la completa con su diferencia.El tiempo, en que transcurre la película es el tiempo cronológico, una vez más, occidental:de la niñez a la adultez, de la causa,la consecuencia, invirtiendo el orden del tiempo en el que realmente transcurre la obra de Lewis Carrol, y que Deleuze emparenta con la lógica estoica,de los acontecimientos, embrollada novela de lectura psicoanalítica,donde aquello que mejor puede recordarse, es lo que aún no ha sucedido.
Entre tanto despliegue de recursos y personajes, no es casual que falte,para tal lectura,precisamente Humpty Dumpty, quién es capaz de decir lo que quiere decir, que el rey haya sido condenado por infiel(y por lo tanto aparece desterrado) y el padre,de la "vida real" declarado muerto...,¡y que el Juicio haya sido suprimido!¿Quién se comió el pastel?LO que en la Alicia de Carrol es la construcción de una justicia que debe ser interpelada por absurda,en la Alicia de Burton, es un orden temido pero aceptado, que para reemplazarse por otro,sigue sus mismas reglas.
Sunday, March 14, 2010
Thursday, March 11, 2010
Miscelaneas
El Consejo Deliberante no tiene para mi, votadora compulsiva en blanco,otro posible recorrido de recuerdos. Uno de los más nítidos, es de exactamente el día anterior a que naciera mi hijo. La inflación había surcado de marchas los barrios y desde Plaza Sarmiento llegamos al Consejo en un cacerolazo.Cacerolazos, recuerdo los del 89, antes de los saqueos y después, ya no hubo.El calor de los barrios, los bombos, la lucha... La lucha,la lucha ,la sensación de que la lucha era justa, unitaria, construida y el triunfo posible, anulaba cualquier temor, aún en una circunstancia personal como esa.
Como postales aparece después el 2001. Las puertas cerradas del Consejo y esos muchachos abajo de una bandera argentina y algo borrachos, queriendo voltear las puertas.Una guardia de policías hambrientos que ya se habían cobrado en esos días tantos muertos, fue evitada por los que en ese momento, como yo, pensamos ¿después qué? Como una patética postal de la degradación de la lucha, finalmente, la puerta se quemó hace unos años. No sé que cosa estudiantil ni por qué creerlo. Entrar, volví a entrar el año pasado. Curiosamente la seción se dedicaba al rosariazo, quién lo creería, ya a honrar a sus gentes... Hoy volví.El Consejo dsitinguía a Norma Ríos, luchadora indiscutida de la causa de los derechos humanos. Soslayo, disimulo, olvido, atenúo toda diferencia. Avanzamos un paso, retrocedemos cuántos...
Si las cosas hubiesen sido distintas...pero no lo fueron.Pero son como son, apenas , un manojito de conquistas, y tanto todavía por hacer.
Como postales aparece después el 2001. Las puertas cerradas del Consejo y esos muchachos abajo de una bandera argentina y algo borrachos, queriendo voltear las puertas.Una guardia de policías hambrientos que ya se habían cobrado en esos días tantos muertos, fue evitada por los que en ese momento, como yo, pensamos ¿después qué? Como una patética postal de la degradación de la lucha, finalmente, la puerta se quemó hace unos años. No sé que cosa estudiantil ni por qué creerlo. Entrar, volví a entrar el año pasado. Curiosamente la seción se dedicaba al rosariazo, quién lo creería, ya a honrar a sus gentes... Hoy volví.El Consejo dsitinguía a Norma Ríos, luchadora indiscutida de la causa de los derechos humanos. Soslayo, disimulo, olvido, atenúo toda diferencia. Avanzamos un paso, retrocedemos cuántos...
Si las cosas hubiesen sido distintas...pero no lo fueron.Pero son como son, apenas , un manojito de conquistas, y tanto todavía por hacer.
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