Del Negro, un ídolo, todo mi reconocimiento:con que hiciera el Inodoro y a Mendieta, para mí ya estaba.Los cuentos, más vale hasta el momento los evité. Pero ahora tenía que llegar con "algo" a mos pibes de 14 a 17 años, que sólo entienden de futbol, de falopa y de sexo, y el cuento del Negro me vino bien:"Primero no experimenté ninguna sensación" ,narrado en primera persona y que empieza "me empecé a drogar cuando tenía 18 años" vino bien.después la cosa que el Negro era de Central, y rosarino, y dibujaba bien, todas cosas que de alguna manera lo igualan a mis chicos, también vino bien.
Y después está el asunto de mi médico, mi médico que también fue el médico de Fontanarrosa, y el amigo, y también de alguna forma es mi amigo o tiene una relación más amistosa que un médico otro. Y el cosquilleo en el brazo de estos días, y el libro de Diana, y la muerte de Diana.
Voy al médico y le digo lo del cosquilleo.Me mira con cara. No, no estoy cerca de emanaciones de plomo. Sí, respondo a los golpes del martillo de goma. Sí,puedo caminar sin caerme con los ojos cerrados.Me dice que cree que no es nada, que lO CLÍNICO Y HASTA DONDE SE VE NO ES NADA, QUE NO PUEDE MANDARME A HACER UNOS ESTUDIOS PORQUE HOY ME DARÍAN BIEN. Le pregunto si entonces tengo que esperar estar más enferma.Me mira ligeramente sobresaltado.Le cuento lo de Diana. Me dice que qué astuta que soy,que lo puse a prueba, que ahora le digo lo de Diana, que él también se asustó en principio, que el Negro Fontanarrosa empezó así, pero, se apresura a decir, vos no tenés lo del Negro,pero que está bueno que sepamos de qué hablamos (pero ya dijimos:no es mi caso). Pero está claro que no es mi caso.Dentro de 20 días, con estas pastillas marrones este síntoma de "parastesia" tendrá que haber desaparecido o amenguado o me veré en problemas, y no tengo ganas de tener de esos problemas por ahora, pero qué cosa, cómo fue, que de pronto todo se vino para el lado de que el Negro empezó a tener en mi estas marcas,estas coincidencias...La vida es,como digimos otras veces ,suele ser tan insólita.
Friday, November 27, 2009
Saturday, November 14, 2009
Rita,la salvaje
...camina la ciudad ya entrada en años, como suele decirse.El tiempo se nota y deja marcas en su cuerpo que,hay que decirlo, no fue nunca demasiado exultante y sin embargo tan capaz de librar aquellas gigantescas batallas.
Rita¿existió alguna vez?¿vive o está muerta?
Un artista del hambre me captura con su trompeta: -Espere,espere- me dice- ¿de qué color es para Ud. la vida?
-La vida es-le digo sin dudar-"salta Violeta"...
-Para mí es rosa-como la Pantera-dice-y se queda pensando...
Cuando me voy,después de haber escuchado unos acordes y dejado 2 pesos, todavía su voz me alacanza -¡Está bueno eso de "salta Violeta"!
Diana Olmos era una docente.Murió hace 10 años.Tenía 43 años al momento de morir. Un día no podía mover el brazo,al otro día la pierna.Primero le dijeron que era psicológico pero no se convenció. Resultó que era un tumor que la mató en unos meses.
La familia de Diana publicó ahora su libre de poemas y me invitaron especialmente.Yo era la Directora de Diana en ese tiempo, cuando ella apenas estaba comenzando a trabajar, después de haber criado sus hijas y tratar inútilmente de comportorse según el esquema pueblerino de Villa Gobernador Gálvez. De haber sido otra la Directora, Diana hubiese tenido muchos problemas,de eso no me cabe dudas. Tantos y casi los mismos que yo tuve que afrontar como maestra cuando yo no era directora.
Desde hace una semana se me duerme el brazo. Tengo un cosquilleo insistente.A veces se extiende hasta la pierna, y hoy me ha llegado a la boca.De pronto me parece que todos mis infinitos lunares han cambiado súbitamente de color y extienden sus raíces dentro mío,para matarme por dentro. Tener cáncer debe ser horrible, me imagino que sí, pero peor, insoportablemente peor debe ser esa sensación de vida no hecha,no realizada, no lograda,sin amor, y en ese sentido, cuando llegue el momento de retirarme, puedo irme en paz.
Pero siento que aún tengo un par de temas que terminar y el cosquilleo se detiene(¿acaso soy yo la qué lo está invocando?¿acaso estoy pensando qué el final físico de mi vida se avecina?).
Crucé la calle sin mirar el otro día(hago eso a menudo, ando muy rápido).Por fracción de segundos no me quebró el cuerpo en dos una moto que pasaba.
Llegué a la escuela corriendo.Entré al aula y los busqué con la mirada: el primero que entró fue Leandro. -Hola profe,cómo está?-me dijo en su tono correcto y cordial y me abrazó. Después entró Pamela y me dió un beso y luego Joel, que murmuró algo desde lejos. ¿Se animará Joel, morocho,pelo chuzo, que casi no sabía escribir hace un par de meses a decirme lo que siente(lo sé,porque es exactamente lo que yo siento por él:lo quiero?).
La semana que viene voy a la médica de la piel, tendré que pedir un turno al clínico.
No,no puedo morirme ahora,y la razón es que estoy muy ocupada.
¿Rita? Sí,alguna gente me dice Rita
Rita¿existió alguna vez?¿vive o está muerta?
Un artista del hambre me captura con su trompeta: -Espere,espere- me dice- ¿de qué color es para Ud. la vida?
-La vida es-le digo sin dudar-"salta Violeta"...
-Para mí es rosa-como la Pantera-dice-y se queda pensando...
Cuando me voy,después de haber escuchado unos acordes y dejado 2 pesos, todavía su voz me alacanza -¡Está bueno eso de "salta Violeta"!
Diana Olmos era una docente.Murió hace 10 años.Tenía 43 años al momento de morir. Un día no podía mover el brazo,al otro día la pierna.Primero le dijeron que era psicológico pero no se convenció. Resultó que era un tumor que la mató en unos meses.
La familia de Diana publicó ahora su libre de poemas y me invitaron especialmente.Yo era la Directora de Diana en ese tiempo, cuando ella apenas estaba comenzando a trabajar, después de haber criado sus hijas y tratar inútilmente de comportorse según el esquema pueblerino de Villa Gobernador Gálvez. De haber sido otra la Directora, Diana hubiese tenido muchos problemas,de eso no me cabe dudas. Tantos y casi los mismos que yo tuve que afrontar como maestra cuando yo no era directora.
Desde hace una semana se me duerme el brazo. Tengo un cosquilleo insistente.A veces se extiende hasta la pierna, y hoy me ha llegado a la boca.De pronto me parece que todos mis infinitos lunares han cambiado súbitamente de color y extienden sus raíces dentro mío,para matarme por dentro. Tener cáncer debe ser horrible, me imagino que sí, pero peor, insoportablemente peor debe ser esa sensación de vida no hecha,no realizada, no lograda,sin amor, y en ese sentido, cuando llegue el momento de retirarme, puedo irme en paz.
Pero siento que aún tengo un par de temas que terminar y el cosquilleo se detiene(¿acaso soy yo la qué lo está invocando?¿acaso estoy pensando qué el final físico de mi vida se avecina?).
Crucé la calle sin mirar el otro día(hago eso a menudo, ando muy rápido).Por fracción de segundos no me quebró el cuerpo en dos una moto que pasaba.
Llegué a la escuela corriendo.Entré al aula y los busqué con la mirada: el primero que entró fue Leandro. -Hola profe,cómo está?-me dijo en su tono correcto y cordial y me abrazó. Después entró Pamela y me dió un beso y luego Joel, que murmuró algo desde lejos. ¿Se animará Joel, morocho,pelo chuzo, que casi no sabía escribir hace un par de meses a decirme lo que siente(lo sé,porque es exactamente lo que yo siento por él:lo quiero?).
La semana que viene voy a la médica de la piel, tendré que pedir un turno al clínico.
No,no puedo morirme ahora,y la razón es que estoy muy ocupada.
¿Rita? Sí,alguna gente me dice Rita
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